ceguera total
Hoy “he visto” algo “inaudito”: un ciego maltratando sus ojos.
Esta mañana, el perro lazarillo de un ciego con una expresión mucho más inquietante que la que suele imprimir la ceguera a todos los rostros sin mirada, ha alterado un “orden establecido” y se ha entretenido en y con el semáforo de una de las muchas calles que ayuda a cruzar a diario. ¿El motivo?, olfatear sólo dios sabe qué.
Al notar la tardanza del perro, el ciego ha reaccionado furibundo y con una violencia desmesurada. Daba unos jalones iracundos tirando de esa especie de cincha rígida y metálica que une a los ciegos de tal forma al costado de sus perros que los convierte en extensión de sus amos. Mientras tiraba poniendo en apuros la estabilidad del perro, su rostro se incendiaba gritando como un energúmeno:
–¿Joder, por qué no cruzas?
(El increpado era un pobre labrador; uno de esos perros bonachones, siempre predispuestos a complacer al hombre, y más si éste, además, es su dueño. ¿Qué misterioso interés tendrían esos efluvios del semáforo para que un perro tan privado de libertad, haya decidió anteponer su instinto a su deber?… No lo sé).
El perro, miro de abajo arriba al ciego, con la sumisión y bondad propias de su raza y profesión, y lo hizo con una expresión muy triste. Obediente, se puso de inmediato en marcha en la dirección que se ve debía. Sólo al cabo de unos pasos fue capaz volver a cimbrear su cola con una lastimosa cadencia, como queriendo animarse así mismo y olvidar el incidente.
Ese ciego no me ha dado ninguna pena. Su perro, mucha.
Creo que ese individuo tiene un doble problema de vista, no ve ni aquello para lo que no se precisan los ojos. Su ceguera es total.
Tal vez llegue el día en el que ese perro siga su rutinario camino y decida cruzar la vía de cuatro carriles por el paso de siempre; pero esta vez sin hacer caso de los tentadores efluvios que haya al pie de un semáforo que ignorará a sabiendas de que el rojo no es color para que cruce ningún peatón.
Ese día, el maldito ciego tendrá suerte en medio de todo, porque será visto y no visto.