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¿tú estás securitas?

Abr 21, 2022

Está más que justificado ser entre selectivo y aleatorio analizando todo lo que llega al oído de uno, o la vista. Supongo que pretender asimilar esa totalidad determinaría un corte circuito neuronal irreversible y se nos chamuscaría la sesera. En este sentido -el del oído, concretamente-, la radio es mucho más exigente que otros medios, puesto que te permite estar haciendo otras cosas mientras… ella y los que le ponen voz “suenan”. Pero, a veces, es peligroso perderse en el letargo de esta más que justificada desatención, y es que siempre hay algún listo que quiere colarnos un mensaje enredoso, alguna afirmación inadmisible, o algún discurso sicario. 

chapa aviso de alarma en hogar

Esta mañana me paró en seco el anuncio publicitario de una conocidísima compañía que habla, con mucha, de la seguridad. Esta vez me has pillado atento, porque no he podido evitar hacerte una pregunta:

¿Realmente te has parado a pensar lo que dices, Securitas?… Porque yo sí, y lo que afirmas, si no tiene pies, menos aún cabeza:

“Tu hogar, donde está TODO lo que vale la pena proteger”

Las empresas emplean con mucha más convicción que a los profesionales que contratan, los taimados mensajes que lanzan para ganar nuevos clientes y abrir mercados, o sea, para hacer más pasta. Para ello, no les importa exagerar, confundir e incluso engañar vil… mente. 

Son conscientes de que sus rotundas afirmaciones, sus promesas o eslóganes se comportan como una minúscula fuga en las tuberías del entendimiento, y acaban calando hondo en la materia gris de los distraídos oyentes de radio. 

NO, querida Securitas, en el hogar de uno no está TODO lo que vale la pena proteger, ¡qué chorrada es ésa!… Mira, 

… el compromiso honesto de los gobernantes incorruptibles no se encuentra en mi casa -ni en ninguna otra, porque tampoco en los parlamentos-, tampoco la garantía de dar un trabajo digno a los que nacen hoy y lo harán mañana, ni la determinación de encontrar una paz definitiva para Ucrania, Yemen, Palestina y tantos otros países, ni, por ejemplo, la calidad del agua que cada día sacia la sed a millones de personas en…  el mismo Nueva Delhi, ni el compromiso de erradicar la violencia cainita de los miembros de las bandas juveniles, ni el de reducir de una maldita vez la producción de combustibles fósiles, o de erradicar los pesticidas que se cargan a las vitales abejas, o la garantía de que los Budas Gigantes de Bamiyán sean ejemplo de lo que jamás debiera volver a suceder …  ¡Son tantas la cosas importantes que no están en mi casa y que yo y todos debiéramos proteger, tantas las desestimadas por vuestra ciega y cegadora actitud de afanados mercaderes!

En la mitología romana Securitas fue la personificación de la divinidad que brindó al pueblo, a través del Estado, una vida estable y pacífica. Tiene gracia que fuera hija de Disciplina, y hermana de Humanitas, Frugalitas y Auctoritas… -¡vive dios que los romanos sabían elegir bien sus dioses y diosas!-.

En la “teoagonía” de hoy, Securitas es una empresa que se forra gracias a que no hay más dios ni santa maría que delincuencia, allanamiento e impunidad en esta sociedad que garantiza poco. Una magnífica oportunidad de mercado a la que hay que añadir una pequeña dosis de drama radiofónico junto con una sustancial reducción del posible marco de acción, para que nos creamos que uno vive al margen del mundo, que el planeta es algo opuesto a nuestra casa, que la ciudadanía está compuesta por acechantes delincuentes, y que lo suyo -queriendo decir lo nuestro- es aceptar que la vida hay que contemplarla desde la ventana del salón de casa. 

En la pequeñez de tus planteamientos puede que ganes, pero lo que dices no está exento de una buena dosis de perversión, Securitas. Las cosas realmente importantes de la vida, esas que hay que proteger más que nada, “securitamente” están fuera y no dentro de casa.