ejercicio de «subrealismo»
(Para ti, mi viejo y sagaz amigo Gabriel).
Una fachada “pixelada” por un millón de teselas, un viejo incapaz de tenerse en pie ni un minuto más, una sombra alargada «y en su mitad partida», la de una farola fisgona que, entre reverencial e irreverente, se asoma a un ventanuco yo digo que absurdo, hay otro más abajo, más absurdo aún, y… uma calçada pavimentada de pequenas pedrinhas.
Eso es lo que veo pero no lo que me llama la atención.
Realmente es una foto imposible de entender. Así que me digo a mí mismo, ¿qué puede haber bajo la realidad si no “subrealismo”?
Quiero sumergirme y bucear. ¿No es eso submarinismo?… Porque…
… ¿qué es, si es que es, que puede llegar a ser mucho más de lo que ves?
¿Acaso un inesperado juego de grafismos dibujados con el minutero de una hora azarosa de su agónico día, es una toma de conciencia o más bien una suerte de coincidencia, acaso es una demostración de impresionismo callejero, o es una simple impresión pasajera; es cubismo escénico, es tramoya y enredo, es una pompa, un balbuceo, un guiño mirón y mironiano , o es sinopsis, sintetismo, un cuadro de Mondrian, una nueva forma de neoplasticismo… Será un ataque de vanguardismo que tiene los minutos contados?…
¿Qué es, que está ahí impidiendo afirmar con certeza “mira, ahí está”?…
¿Acaso es un espejismo solar, o un ocaso urbano visto desde el mar de los Sargazos, es un arrebato de paralelismos imposibles de trazar con escuadra y cartabón, luces y sombras, debilidad e inclinación… una especie de intrusismo fugaz, los requiebros y el descaro bandido de una farola inmaterial que practica con impudicia el furtivismo? …
¿Qué es, que yo veo y soy incapaz de mostrar?
¿Acaso es un monumento al mutismo del pueblo llano, es una alegoría al derrotismo que implica la decrepitud; o tal vez es un brote de misticismo del último militante del comunismo, un peatón que ayer era peón y que ha olvidado hasta que tuvo compañeros porque ya no tiene ni sombra?…
¿Qué es, que más que visión es punto de vista!?
¿Acaso pudiera ser un ensayo sobre el lirismo que suscita este mundo infinitamente frágil y pronto deshabitado, el silogismo que encierran dos premisas sin conclusión, un razonamiento aritméticamente asimétrico capaz de doblegar el hieratismo de la verticalidad?
Como tú, farol de farola, me inclino a curiosear y concluir que bajo la realidad visible siempre subyace algo imprevisible, una aproximación al subjetivismo con el que, sin querer, uno se ve hurgando en sí mismo.
No ver nada, sería menos que minimalismo; ver de todo, probablemente un maximalismo; especular, una forma ramplona de intervencionismo. Aceptar sin más lo primero que ves, es conformismo.
Aquí hay demasiados otros “ismos” para solamente ver “un viejo en la calle al atardecer”… Porque, lo que no es, es un mero convencionalismo.
En realidad, sea lo que seas, yo veo aquí un claro ejercicio de “subrealismo”. (Si quieres, innecesario).