¿es o no invidente, sr. concejal?
Es evidente que un ayuntamiento como el de Vigo no debe ser fácil de llevar. También lo es que la responsabilidad de su gestión la reparte su edil entre un montón de concejalías creadas por él mismo (uno pudiera pensar que lo hace más para sorprendernos con sus rebuscados nombres que para otra cosa). Al frente de ellas, el burgomaestre de Vigo, como suponemos cualquier regidor, ha debido poner señores o señoras sobradamente preparados para desempeñar su función, y ni que decir tiene que son de su absoluta confianza. Sin embargo y para que usted también vea, alcalde de Vigo, me veo obligado a decirle que hay signos más que evidentes de que, a pesar de todos sus repensados nombramientos, me temo que alguno de ellos no termina de funcionar del TODO.
He visto que el 25 de octubre, el responsable encargado del “Área de Parques e Jardines, Comercio, Distritos e Fiestas Especiales del Concello de Vigo” ordenó arrancar de sus calles las hermosas y vistosas flores que adornaban los impertérritos parterres que, hasta ese mismo momento, alegraban la vista a los que andan por ellas. He de decirle, que dar la orden de hacerlo ha sido un absoluto sinsentido; estaban sanas, esplendorosamente florecidas y prestando plenamente el servicio para el que habían sido “contratadas”. Al ver a los jardineros arrancarlas y arrojarlas vivitas y coleando sobre la acera, depronto he sentido que algo se desgarraba en mi interior.
Sin duda, ha sido lo que yo estaba viendo y no vieron los ojos del señor concejal del “Área de Parques y Jardines de Vigo”. A saber: el injustificado y absurdo despilfarro que su iniciativa implicaba.
(Como son muchos metros de calle, la cosa tiene que haber costado una pasta… ¿ve?, para acertar en eso no va a hacer falta ni asomarse al presupuesto).
Con su permiso, Sr. Alcalde, voy a dirigirme a su subordinado.
Sr. Concejal del Área de Parques e Jardines, Comercio, Distritos e Fiestas Especiales del Concello de Vigo, tengo derecho a opinar que usted es tan caprichoso, vanidoso o listillo como el mismísimo “Larry Ellison”; pero a diferencia del excéntrico fundador de Oracle, usted lo es sin arriesgar nada, pues se gana tan merecida distinción con dinero ajeno. Vamos, que usted anda entre invidente y clarividente.
Yo, al menos, lo veo así:
Un buen servidor de lo público debiera saber cuándo es hora de hacer -o de deshacer- antes de dar la orden de ejecutar un gasto; que por otra parte debiera ser siempre más considerado que programado.
A un buen servidor de lo público se le debiera exigir velar por el ahorro de los dineros recaudados a los pobres -unos más que otros- contribuyentes. Lo que implica gastar sólo lo necesario y precisamente evitar excesos.
Un servidor de lo público debe pensar en las carencias y privaciones de los que le pagan, tener una visión global de sus necesidades, priorizarlas y solidariamente poner empeño en atender lo que más urge o afecte, aunque escape a las competencias de su área.
Un servidor de lo público nunca debiera malgastar, desperdiciar, dilapidar… y, mucho menos aún, defraudar en todos los sentidos.
Mire Sr. Rivas del Área de Parques e Jardines, Comercio, Distritos e Fiestas Especiales del Concello de Vigo , me gustaría echarle muchas flores y reconocer su valía como concejal, pero después de lo visto, más que su valía, sólo alcanzo a ver su coste, el absurdo e innecesario coste que su decisión representa para la ciudadanía. Haga el favor, mire por los parques, por los jardines, por las fiestas especiales y por todo-lo-de-más, pero, antes de gastar, mire qué es o no necesario; o sea, gaste con miramientos.
Algunos ciudadanos necesitan mucho más que alegrarse la vista con los cambios caprichosos de la floresta urbana, necesitan techos, colchones, comida, medicinas, abrigo, protección… Mientras usted no lo vea, estará dejando en evidencia su completa invidencia para entender el alcance de su labor y el de la corporación para la que trabaja, y por lo visto, desde un despacho.
Y si le parezco sólo un tocapelotas, al menos, asómese a ver la foto. ¿No es evidente, Sr. concejal, que, además de ser una lástima, es un despilfarro? ¿Es o no invidente?
Pd. Le regalo una idea: en vez de tirar a la basura las flores sanas, regáleselas a los viejitos que se acerquen a pagar personalmente esa contribución que sirve para pagar la recogida de su basura.